El municipio de Esporles celebró ayer con un notable éxito de público la tercera edición de la Fira Dolça, una feria que cada año crece un poco más, tanto en número de expositores, como en variedad de actividades y donde el dulce en todas sus facetas tiene un protagonismo innegable. Durante toda la jornada de un soleado domingo el pueblo vivió el bullicio típico de una feria acogiendo un creciente numero de visitantes que según indicaron fuentes municipales superaron los 15.000 que pasaron por la anterior edición de la feria.
A pesar de que este año se contaba con un servicio de autobús que salía cada media hora desde la plaza de España de Palma no se pudieron evitar las retenciones, que a partir de las 10.30 h. eran kilométricas.
El alcalde de Esporles, Miquel Ensenyat, hizo un balance muy positivo de esta nueva edición manifestando que se ha realizado un gran esfuerzo para potenciar y diversificar su oferta.
Sin duda el mayor atractivo que de esta feria es la variada oferta en productos de repostería que se pueden degustar. Pasteles, chocolates, turrones y dulces de todo tipo hicieron las delicias de los más golosos.
Entre las novedades de este año destaca el 'show cooking', una animada demostración culinaria casi toda realizada con base de chocolate. La feria también contó con su primera muestra cocteles.
Para potenciar el concurso de repostería que se celebra cada año, tanto en la modalidad amateur como profesional, se han incrementado los premios. La modalidad profesional estaba dotada con 600 euros.