El conseller de Medi Ambient del Govern de les Illes Balears, Miquel Àngel Grimalt, se comprometió ayer públicamente a ampliar la depuradora del municipio de Alcúdia antes de que finalice la legislatura para acabar así con el problema de los malos olores en una zona de gran repercusión turística.
Durante la visita a las obras de construcción del sistema de depuración terciario de Alcúdia (iniciadas durante la pasada legislatura), Grimalt se refirió a estas instalaciones como un ejemplo de lo que la Conselleria de Medi Ambient quiere hacer esta nueva legislatura, de una parte conseguir que la mayoría del agua que tratan las depuradoras pueda ser reutilizada y de otra actualizar las instalaciones construidas hace años y que han quedado pequeñas.
El Ajuntament d'Alcúdia ha adquirido recientemente unos terrenos situados junto a la planta depuradora que se podrán utilizar para la ampliación de las instalaciones que será pronto una realidad según el compromiso del nuevo Govern.
El alcalde de Alcúdia, Miquel Ferrer, explicó que «el caudal de agua que llega a la depuradora ha crecido muchísimo, en verano alcanzamos puntas de 20.000 que la depuradora asume con dificultades, si se amplía la planta asumiremos el caudal con mayor tranquilidad lo que permitirá que descansen los digestores que es precisamente lo que provoca que ahora haya malos olores».
Por lo que se refiere a la depuración terciaria el conseller anunció que las obras que se realizan ahora concluirán a finales de año por lo que a principios del año próximo el Ajuntament d'Alcúdia ya podrá comenzar a utilizar el agua depurada para la limpieza de calles y el riego de jardines.
La Conselleria de Medi Ambient financia además la canalización del agua depurada «ahora falta convencer a la empresa privada de que les resultará económicamente rentable comprar el agua depurada», dijo Ferrer.