Esta será la tercera vez que los pescadores de Portocolom piden a la Conselleria d'Agricultura i Pesca que se proteja la zona ubicada entre la reserva de Llevant y la de Migjorn, a causa del descenso de capturas.
Las embarcaciones de artes menores son las que se ven más afectadas, puesto que, desde hace años, han notado como su actividad se ve perjudicada.
Los pescadores se muestran muy preocupados por el mantenimiento de las Confraries, que, año tras año, ven como disminuye el número de embarcaciones y de profesionales de la pesca.
Actualmente, las embarcaciones de arrastre, comúnmente llamadas del bou, pueden arrastrar a 50 metros de profundidad, hecho que implica un desgaste de la posidonia y pone en peligro la biodiversidad marina.
En el año 2004, las cofradías de Portocolom y Porto Cristo hicieron una solicitud oficial a la Dirección General de Pesca del Govern balear, mostrando su preocupación por el descenso de capturas y la dificultad de mantenimiento de sus cofradías: «Con la buena acogida a nivel de sociedad y la viabilidad positiva de las reservas marinas existentes en las illes Balears, todos los implicados en el sector pesquero consideramos que la única manera de mantener el sector es protegiendo las zonas. De esta manera vemos posible una mejora en nuestro sector, que no pasa uno de los sedes mejores momentos», comentan los pescadores.
Según ha explicado el patrón Mayor de la Confraria de Portocolom, Bernat Bordoy, a este periódico: «Para conseguir la protección de esta zona sólo vemos factibles dos soluciones. Una de ellas podría ser que las barcas de arrastre se limitaran a 70 o 75 metros de profundidad, como hace años, hecho que será rechazado por los mismos bovers. La otra solución sería instalar arrecifes artificiales a 50 metros»