LL. GARCIA
Después de los cuatro años más «movidos» de la historia de Sóller, durante los cuales la localidad ha sufrido grandes cambios físicos debidos a las espectaculares inversiones que el PP conseguido traer al valle (algunas de ellas todavía en fase de ejecución), el domingo las urnas revelarán la aceptación real de estas realizaciones entre la población. Desde el Partido Popular-Uniso se tiene claro que si se repiten los resultados del 2003, siete concejales, se considerará «un fracaso» ya que opinan que «con el trabajo realizado se debería llegar sin problemas a la mayoría absoluta».
En cambio todos los partidos de la izquierda y nacionalistas, incluido UM, creen que los macro-proyectos han desfigurado la realidad de Sóller sin que haya habido ninguna voluntad de consenso ni transparencia por parte del PP que ha gobernado cuatro años en una cómoda mayoría «absoluta» de facto, gracias al incondicional apoyo de dos de los concejales de UM-UNISO, «pasarán factura» a Carlos Simarro y su equipo.
Estos partidos son, UM esta vez en solitario y liderado por uno de los políticos mejor valorados de los últimos años en Sóller, Guillem Bernat; PSOE, con el moderado maestro Josep Ll. Colom, Entesa per Sóller, con el ex PSM Miquel Gual al frente; Progressistes (nombre con el que el Bloc concurre a las locales en Sóller), con Catalina Esteva y IPIS (ahora ya alejado del PP), con Xavier Moragues, pretenden aglutinar este supuesto voto descontento.