GUILLEM MAS
El municipio de ses Salines afronta sus elecciones locales más importantes de los últimos tiempos. Las crisis de gobierno y los escándalos han eclipsado una mandato que se preveía tranquilo y todo apunta a un cambio político de la mano del PSOE y el NIL. El PP presenta a la actual alcaldesa, Maria Bonet, que obtendrá unos resultados inciertos ya que, por una parte, se tendrá que ver cómo afectará a los populares la escisión y la creación del NIL, junto con los escándalos urbanísticos como el caso Caballistas con el ex alcalde Sebastià Vidal como imputado y otros conflictos que podrían pasar factura. Uno de los beneficiados de la gestión del pacto PP-UM-SU será el PSOE. Sebastià Burguera vuelve a encabezar la candidatura socialista, pero esta vez con el apoyo de los Progressistes de ses Salines. El objetivo es el difícil cuarto regidor en el Ajuntament.
Bartomeu Lladonet es la cara nueva de UM, en sustitución de Antoni Caldentey. Lladonet tendrá que luchar para mantener resultados y evitar que un posible desgaste como socio fiel del PP estos cuatro años. Sud Unificat es otra formación que cambia de candidato. Los coloniers apuestan por Antoni Bonet que toma el relevo de Joan Bauçà. SU intentará amortizar las inversiones que ha conseguido para la Colònia de Sant Jordi gracias a su pacto con el PP y la consecución de la Junta de Districto, y mirar, como UM, que no le afecten en exceso sus tres años de acuerdos con los populares.
La gran novedad de estas elecciones es la irrupción del NIL (Nous Independents Locals) que presenta como candidato a Bartomeu Galmés, bajo el apadrinamiento de Francesc Garí. Todo apunta a que el NIL entrará con fuerza en el Ajuntament, pero hacer una estimación de regidores es demasiado arriesgado. Los independientes sumarán gran parte del voto de la escisión del PP y, además, pretenden sumar votos de los descontentos de la gestión del pacto PP-UM-SU. Con todo, ses Salines ha vivido cuatro años de crisis en crisis y de escándalo en escándalo. Recordar que el mandato comenzó en con un pacto PP-UM y que tuvo que ser ampliado con SU tras el abandono al Grupo Mixto del ex regidor popular Francesc Garí y el «caso caballistas».