Saber con quién pactará UM después de cuatro años de encuentros y desencuentros con sus socios de gobierno del PP es hoy por hoy toda una incógnita. Si bien es cierto que Bartomeu Cifre (PP-UMP) ha manifestado públicamente su intención de reeditar el pacto con UM-UNPI, también es cierto que Joan Cerdà (UM-UNPI) ha reiterado en diferentes ocasiones que un pacto con las condiciones del que se negoció en 2003 ya no será posible en Pollença.
La falta de feeling entre Cerdà y Cifre es más que evidente pero también lo era en 2003 cuando el ahora conseller de Patrimoni del Consell de Mallorca dejó a sus ex socios de gobierno del PSOE y el PSM con la miel en los labios al rendirse a las promesas de inversiones millonarias que le hizo el presidente del Govern balear, Jaume Matas, a título personal. Renunció incluso al último año de Alcaldía cuando el PSOE le daba carta libre para ocupar el sillón los cuatro años.
En esta ocasión, parece que el reparto de votos no variará demasiado. Que PP-UMP consiga la mayoría absoluta es misión casi imposible, ya que tendría que aumentar dos regidores por lo que siendo la lista más votada pero sin esa mayoría volverá a estar a merced del resto de partidos. Un pacto PP-PSOE, PP-PSM, PP-EU o PP-ERC sería sin duda un pacto antinatura por lo que si no firman un tratado de paz con UM tendrán que abandonar el gobierno municipal.