JOSEP MARIA SASTRE
La modificación de las normas subsidiarias de Porreres fijan un crecimiento anual de 48 viviendas y reducen un 25 por ciento el suelo urbano. El pleno del Ajuntament aprobó ayer inicialmente la revisión de las normas y su adaptación al Pla Territorial de Mallorca, con lo que se levanta la moratoria que aprobó por sorpresa el Consistorio el pasado mes de julio y que levantó controversia, sobretodo entre las promotoras de grandes bloques de viviendas.
El nuevo planeamiento incluye 13 grandes solares o unidades de actuación con cabida para un total de 1000 viviendas. En cada una de estas unidades, se podrá construir un máximo de 18 viviendas cada año hasta llegar al cupo máximo de las citadas 48 cada año entre todos los solares. Es decir, el Ajuntament sólo otorgará, por ejemplo, dos licencias para 18 viviendas y una de 12 al año y nunca en el mismo solar. El resto de promociones tendrán que esperar al año siguiente y para ello se establecerá una lista temporal. Esta medida no afecta a los pequeños solares donde sus propietarios quieran construir un máximo de tres viviendas sino a las grandes promociones.
Destacar, así mismo, que en los grandes solares del casco antiguo, es decir, la zona paralela a la calle Agustí Font hasta la iglesia, un punto de la carretera vieja de Sant Joan y otra ubicada cerca de Sant Felip, se reduce una altura quedando en planta baja y un piso.En cada uno de estos grandes solares se ha previsto una zona verde que tendrán que ceder los propietarios, un requisito inexistente hasta ahora. Las normas también obligan a construir una plaza y media de aparcamiento por vivienda y a tener un habitáculo para la recogida selectiva.
En cuanto al suelo rústico, destacar que en general se mantienen los 14.000 metros cuadrados para edificar, a excepción de algunas grandes fincas como por ejemplo es Pagos o Son Romaguera en que queda fijado en 28.000 metros.
El alcalde de Porreres, Joan Sastre (UM), explicó en el pleno que «las nuevas normas no perjudican demasiado a los propietarios de terrenos y creemos que permitirán un crecimiento tranquilo para la sociedad y también para que las infraestructuras puedan soportar la llegada de nuevos ciudadanos».