LL. GARCIA
Técnicos del Consell de Mallorca intentaron ayer favorecer la estabilización del gran desprendimiento que se produjo en una ladera de encinar en la finca de Turixant d'Alt y que obligó a cerrar en el tráfico la carretera de Sóller a Lluc a la altura del kilómetro 29,5. La actuación principal consistió en desviación de una de las fuentes que había salido en la cabecera del desprendimiento con la cual cosa se consiguió evitar la entrada de agua en las zonas de arcilla que provocan el redeslizamiento de las capas superiores.
Según Bartomeu Darder, uno de los ingenieros del Consell que ha intervenido el gran volumen de rocas y tierra, calculado en unos 5.000 metros cúbicos, había arrastrado olivos y dos encinas centenarias de grandes dimensiones, pero parecía que el movimiento había disminuido y que se estaba estabilizando. Poco a poco, los materiales que caen sobre la carretera son retirados y transportados en un camión en dirección a Lluc. Media carretera permanecía todavía ocupada por los materiales por lo que ésta continuaba ayer cerrada al tráfico.
A pesar de eso, fuentes del departamento de carreteras del Consell de Mallorca, estimaban que hoy o mañana pudiera restablecerse el tráfico aunque deberá circulante con precaución debido a las operaciones que se están realizando.