PEDRO AGUILO MORA
Morbo. Esta es la sensación que despiertan las primeras elecciones municipales en más de 15 años sin la presencia de Eugenio Hidalgo Garcés, ex alcalde del municipio y principal encausado en ecaso Andratx.
Pero, además de morbo, los comicios también despiertan curiosidad. Curiosidad por saber si habrá mayoría absoluta, por saber donde irán a para los votos que obtuvo Hidalgo bajo las siglas de ALA y que le valieron la Alcaldía hasta el día de su detención por corrupción urbanística. Curiosidad por conocer el tirón electoral de Jaume Porsell (PP), Francesc Femenías (PSOE) e Isabel Alemany (UM), los tres no han concurrido jamás a unas elecciones como números uno de sus respectivas candidaturas.
Curiosidad por saber si Porsell y Alemany serán capaces de aparcar divergencias y dotar a Andratx de un gobierno solvente en el caso de que el resultado que arrojen las urnas imposibilite un acuerdo PSOE-UM-PSM. Curiosidad por saber si nacionalistas y socialistas aguantarán los manotazos que todavía les propinará la larga mano de Hidalgo de aquí a las elecciones. Curiosidad, en definitiva, por saber si esto de Andratx tiene arreglo.