GUILLEM MAS
El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Manacor será presumiblemente aprobado en la próxima comisión informativa del miércoles día 21 y podría ser llevado a pleno en unos quince días. El texto ha tenido en cuenta algunas sugerencias de ALM-UM y PSOE.
El nuevo planeamiento prevé una de las mayores reivindicaciones del sector empresarial e industrial del municipio: la ampliación del suelo industrial. De esta manera, el futuro plan prevé una ampliación de hasta 715.000 metros cuadrados de suelo industrial y una reserva de 972.000 metros cuadrados de suelo de servicios. Con esta medida, se intenta acabar con el déficit histórico de suelo empresarial en el término de Manacor y evitar que las empresas locales tengan que emigrar hacia otros polígonos para establecer sus naves. Además, también se evitará la presión de la especulación hacia los futuros polígonos que se diseñan en la comarca.
La futura normativa urbanística también tiene prevista una serie de convenios urbanísticos. Después de las expropiaciones de cuando se construyó el Passeig del Ferrocarril, el Ajuntament dispondrá ahora de 10.000 metros cuadrados para la construcción de la ansiada escuela de Primaria reivindicada por los padres y el profesorado. En el mismo paseo, también habrá espacio para la proyección del recinto ferial y del auditorio que incluirá, por ley, grandes espacios verdes.
Por lo que se refiere a Porto Cristo, se ha grafiado un polígono de servicios que también dará respuesta a las demandas empresariales. Su superficie se prevé en las cifras antes expuestas y se proyecta una escuela.
El futuro PGOU ha apostado claramente por una reducción del techo poblacional en el término municipal de Manacor, en cierta manera dando continuidad a la modificación de las Normas Subsidiarias que se realizó hace tan sólo unos meses.
En el polémico tema de las alturas también se ha encontrado una solución. Si anteriormente se había apostado por una reducción de las alturas en las nuevas construcciones en según qué zonas de la ciudad de Manacor, ahora el PGOU mantiene las mismas que se han ejecutado a lo largo de la historia. Esta medida contó con la oposición no sólo de empresarios de la construcción sino también de pequeños propietarios de la ciudad.