ÀNGELS HERNÀNDEZ
El pueblo de Pollença amaneció ayer con un gran susto: el pino de Ternelles cayó sobre el Casal de Can Llobera. A las ocho de la mañana se inició la tala del árbol que preside el centro de la plaza Vella desde la pasada fiesta de Sant Antoni y el accidente provocó el gran susto al centenar de espectadores que contemplaban la tradicional tala. A pesar que uno de los asistentes avisaba que el árbol podía caer sobre la fachada del Casal de Can Llobera no se paró la tala del gran tronco, y debido al peso y a que el árbol ya estaba un poco torcido, el pino se desvió levemente hacía Can Llobera y causó daños materiales que provocaron un gran susto entre los asistentes, la mayoría de ellos niños que se pararon a contemplar la tala del Pi de Ternelles de camino al colegio. Como resultado del impacto se tiene que lamentar la caída de un metro y medio de la cornisa de Can Llobera que se desprendió y también se vio afectada el canal del agua y la balaustrada del balcón.
El regidor de Urbanismo del Ajuntament de Pollença, Joan Cerdá (UM), explicó a este periódico que «ahora el Ajuntament estudiará los daños causados por el pino y si han afectado a la estructura de la cornisa. Después, rehabilitaremos las zonas afectadas». Por esta razón, sobre la una del mediodía ya había técnicos del Ajuntament revisando los desperfectos en la fachada del edificio. Cabe destacar que el casal de Can Llobera es conocido por todos los ciudadanos de Pollença por ser el emblemático Casal que perteneció a la familia del famoso escritor Costa i Llobera.
Lo sucedido en la retirada del pino corrió rápidamente de boca en boca de todo el pueblo y más de un curioso se acercó a la plaza Vella para evaluar personalmente los daños causados al emblemático edificio, adquirido por el Ajuntament y el Consell de Mallorca en julio de 2005 para acoger actos culturales. «Nunca había pasado ningún incidente con la retirada del pino de Ternelles, aunque creo que esto ha sucedido porque no se tiraba bien de la cuerda y el peso del árbol ha ganado a los que lo aguantaban desde abajo», decía un vecino, mientras que otro se mostraba sorprendido porque «nunca había pasado ningún incidente». La retirada del Pi de Ternelles se celebra cada año a primera hora de la mañana del Miércoles de Ceniza, día de inicio de la Cuaresma. Con su madera, son talladas las espadas que los moros y cristianos empuñaran el día de la gran batalla de la fiesta de la Patrona el mes de agosto.