A.HERNÀNDEZ
La cementera Cemex invertirá 15,5 millones de euros en mejoras ambientales en su fábrica de Lloseta. El ambicioso plan que la empresa piensa poner en marcha se llevará a cabo en un plazo de siete años. Entre las medidas que se llevarán a cabo se encuentra la eliminación progresiva del almacenamiento de materiales al aire libre, la ampliación de la superficie pavimentada de la fábrica, la instalación de lavaderos para toda clase de vehículos, la ampliación de las zonas ajardinadas, la plantación de árboles de crecimiento rápido en el perímetro de la fábrica o el aumento de las mediadas de aislamiento acústico, con la ampliación de la instalación de silenciadores y el cerramiento de edificios.
Para llevar a cabo el proyecto, la empresa manifiesta que colaborará estrechamente con el Ajuntament de Lloseta y con la Conselleria de Medi Ambient. Además, la fábrica de Lloseta ha constituido una comisión de seguimiento para mantener informados a los vecinos de la zona de los avances realizados. La comisión está integrada por representantes de la fábrica y los vecinos de la cementera, entre los cuales se encuentra el portavoz del Grup d'Amics del Medi Ambient (Gadma), Bernat Fiol.
Desde el año 2000 y en respuesta a la presión ejercida por los vecinos de la zona a causa de las molestias provocadas por la fábrica, la cementera ha llevado a cabo diferentes acciones ambientales. Desde el año 2002, la empresa posee el certificado ISO 14001 de Gestión Medioambiental y recientemente ha vuelto a firmar un acuerdo voluntario para la prevención y el control de la contaminación con la Conselleria de Medi Ambient. Cemex realiza esta inversión después de la intensa presión que los vecinos de la zona han ejercido para acabar con el polvo y las cenizas que tanto les perjudican y de que una sentencia del juzgado de Inca les condenara a pagar indemnizaciones a una serie de vecinos de la planta y a asumir el coste de una serie de medidas para reducir sus emisiones contaminantes.