MARTA MEDRANO
Las calles de Alcúdia se llenaron de fiesta y de gente para celebrar el bautizo de los dos gigantes recuperados y bautizados con los nombres de Jaume Panxa Roja y Madò Aina. A pesar de que existían desde 1988, hasta ahora no contaban con un sistema que permitiera sacarlos a bailar. La recuperación de esta tradición, que está documentada en Alcúdia desde el siglo XVII, ha sido posible gracias a la constitución de una agrupación gegantera, con una decena de miembros, y al trabajo de vestuario y de composición de una pieza musical para los gigantes llevado a cabo por Antoni Bibiloni.
La fiesta empezó sobre las 12.30 horas con la irrupción delante del Ajuntament de 14 gigantes llegados del Consell de Mallorca, de Inca, de Palma, de Mancor de la Vall, dos de Campos, de Pollença y de Binissalem. La agrupación de sa Pobla tuvo que acudir sin gigantes a la fiesta por malentendidos políticos.
El alcalde de Alcúdia, Miquel Ferrer, y los concejales de la corporación local entregaron placas a los asistentes. Ferrer destacó la importancia que tiene para un pueblo que ha crecido como es el caso de Alcúdia la recuperación de una tradición como esta. «Sirve para que nos mantengamos unidos», apuntó.
Tras la ceremonia los gigantes danzaron en la plaza. Madò Aina y Jaume Panxa Roja iniciaron el baile con una pieza compuesta para la ocasión.