El diseño del puente de Montuïri era correcto para su funcionamiento en estado de servicio. Su desplome sobre la carretera de Manacor el pasado día 4 de noviembre fue debido a un error de cálculo durante la construcción, ya que en el momento de rellenar la estructura cilíndrica de acero se pasaron por alto una serie de factores relacionados, básicamente, con la rigidez de las alas superiores de la estructura.
En este sentido, el informe que hizo ayer público el departamento de Obres Públiques del Consell de Mallorca, concluye que las alas superiores del puente no eran suficientemente rígidas para soportar el peso a la hora de verter el hormigón.
Asimismo, apunta que el cajón metálico carecía de «elementos estructurales redundantes» para potenciar su resistencia a la torsión. En este sentido, el director insular de Carreteres, Gonzalo Aguiar, informó ayer a este periódico que si durante el rellenado del hormigón, «se hubiera apuntalado la estructura con alguna grúa», el puente no se habría desplomado y una vez secado el hormigón «se podría haber puesto en servicio sin ningún problema».
De hecho, la confianza de la UTE constructora y de la misma administración con este tipo de infraestructura es tal, que la reconstrucción del puente se realizará con el mismo sistema mixto de acero y hormigón. Aguiar declaró ayer que «será el mismo diseño pero, lógicamente, con correcciones estructurales».