JOAN SAMPOL
El pleno del Consistorio de Binissalem aprobó el lunes por unanimidad varias medidas para blindar el casco antiguo y el ensanche de la localidad de los efectos de la presión urbanística. Esta modificación puntual de las Normas Subsidiarias contempla varias medidas para reducir sensiblemente la construcción de viviendas en el conjunto histórico y, al mismo tiempo, regula la construcción de locales comerciales y aparcamientos. La normativa adoptada por el Consistorio no permitirá la demolición de edificios, tengan o no por objeto su sustitución por nuevas viviendas. Solo se autorizará el derribo del inmueble en caso de ruina y siempre que esté fundamentado y justificado por la imposibilidad de recuperación de los edificios.
El número máximo de viviendas resultantes de obras que no sean de rehabilitación ni de restauración, por solar, se calculará a razón de una vivienda para cada 70 metros cuadrados de la superficie computada en la franja edificable, hecho que puede suponer la reducción de hasta la mitad de la posibilidad de edificar viviendas en el casco antiguo. Las viviendas resultantes de obras que no sean de restauración ni de rehabilitación tendrán que dotarse al menos de 1,5 plazas de aparcamiento por vivienda. Por lo que se refiere a la regulación de la construcción de los locales comerciales sin uso, tendrá que ser adecuada a cualquier tipo de actividad que se instale con posterioridad a la finalización de la obra. Estos locales serán espacios diáfanos, evitándose los elementos innecesarios para un espacio comercial.
Todos estos elementos tendrán que justificarse mediante el correspondiente proyecto de actividad. En el casco antiguo la delimitación al número de locales se establece en una medida mínima de 60 metros cuadrados con un máximo de tres locales por solar, mientras que para la zona el ensanche será de 75 metros cuadrados.