Tuvo lugar el sábado por la tarde en el Consolat y asistiero Jaume Matas, Eugenio Hidalgo y José María Rodríguez, éste último en calidad de secretario general del PP balear. Hidalgo aseguró que, en el caso de que el lunes «fueran a por él», sólo debería responder como imputado puesto que lo tenía «todo controlado». Rodríguez le insistió en que la operación que estaba en marcha parecía importante y le dijo que si era imputado debería dimitir, para lo que habría que preparar el documento oportuno.
Horas antes Hidalgo y Rodríguez ya se habían reunido en la cafetería del Hotel Victoria en Palma. Una reunión que estuvo controlada en todo momento por guardias civiles. De hecho, en su comparecencia ante el juez, el fiscal le preguntó a Hidalgo por esta reunión. Lo que ha quedado claro es que el ya ex alcalde sabía desde hacía un mes que estaba siendo investigado, y que tanto políticos del PP como de otros partidos en la Isla, sabían de la presencia de varios agentes que habían participado en la «operación Malaya».
También, aunque no haya una confirmación oficial, se ha sabido que el operativo en Andratx se adelantó en perjuicio de las investigaciones. Fuentes de la investigación aseguran que Joan Mesquida, director general de la Policia y la Guardia Civil, se enteró un par de días antes de lo que iba a suceder en Andratx. Sin embargo, otras fuentes señalan que fue él quien ordenó que la Guardia Civil actuase entre finales de octubre y principios de noviembre.