La celebración de la IV edición del concierto de rock -conocido como Torra-rock- que se celebró el pasado viernes por la noche en Cala Bona, ha levantado algunas voces en contra a causa de los excesos de ruido y por las molestias ocasionadas a los vecinos del núcleo costero. El acto se realizó en un descampado en la zona de Son Floriana y se alargó hasta las 6 de la mañana. Así lo denunció ayer el portavoz del PSOE, Josep Barrientos, que criticó duramente la «actitud del equipo de gobierno» y la «falta de respeto hacia los ciudadanos».
«Existe una gran indignación vecinal en este sentido. Mucha gente nos ha hecho llegar sus quejas y su malestar por este concierto. No habían sido informados de nada y han tenido que padecer el exceso de decibelios. La música estaba muy fuerte a altas horas de la mañana. El equipo de gobierno hace las cosas como quiere sin pensar en si sus actos pueden molestar a los vecinos», manifestó Barrientos. El portavoz socialista añadió que «la prepotencia es constante en sus actuaciones».
Por su parte, la regidora de Juventud, Francesca Martí, defendió que «este es un acto que hace cuatro años que se lleva a cabo con éxito a petición de los jóvenes. Se ha realizado en un lugar diferente cada año y, en esta edición, nos reunimos y pensamos que este era un lugar adecuado». Martí dijo: «Pido disculpas si hay gente que se haya podido molestar. Nosotros lo hicimos con toda la buena intención del mundo. Es una fiesta para los jóvenes y tengo constancia de que fue muy bien».