Pasaban las 00,30 horas y el alcalde levantó la sesión al considerar que «era demasiado tarde» y que «todos tenían ganas de irnos a casa». Era en el punto del orden del día donde los miembros de la oposición tenían que formular las preguntas por vía oral. Habían preparado un buen puñado, pero sobre todo pedían esclarecimientos sobre la utilización del polideportivo por parte de las Nuevas Generaciones del PP el día de la manifestación en la Costa dels Pins.
Antes se habían aprobado una serie de puntos, se había hecho un receso de media hora, se habían debatido ocho mociones de la oposición (PSOE y EU-EV), cinco de ellas aprobadas por el equipo de gobierno en un hito histórico en esta legislatura. También hubo tiempo para responder a las preguntas formuladas en el pleno de dos meses atrás. Un cúmulo de enhorabuenas por las mociones aprobadas, sutiles ironías, alguna que otra ofensa degeneró en una crispación final. La oposición considera que se ha vulnerado su derecho a expresarse.
Los portavoces de EU-EV, PSOE y PSM coinciden en señalar la «falta de actitud democrática del PP», en «no dejarnos formular las preguntas» y lo atribuyen a que «el alcalde quería evitar ciertos temas». El alcalde Damià Ripoll defendió que la oposición podía entregar sus preguntas al secretario y que se contestarían en el próximo pleno tal y como establece el reglamento.