Los propietarios de unos 83.000 metros cuadrados de terreno que en el Plan General de Ordenación Urbana de Bunyola -que ahora revisa el Ajuntament- están grafiados como zonas verdes negocian con las autoridades municipales la utilidad de estos terrenos para conseguir una contrapartida económica.
Los redactores del Plan General del año 82 preveyeron 83.000 metros cuadrados de zonas verdes, un espacio muy elevado si se tiene en cuenta que Bunyola está ubicada en la Serra de Tramunta y muy cerca dispone con una de las zonas verdes más emblemáticas de la Isla como es sa Comuna.
Durante este tiempo, los propietarios no ha podido disponer de estos terrenos ni tampoco el Ajuntament ha procedido a la expropiación de éstos para la creación de las zonas verdes. Este ha sido el caso del propietario de una extensión de 53.000 metros cuadrados al lado justo de sa Comuna.
El planeamiento grafió -ilógicamente- estos terrenos como zona verde, pero nunca se han desarrollado como tales, así que el propietario ha solicitado «la expropiación dentro de una dinámica de negociación», según explica a este diario Guillem Riera (UM), concejal del equipo de gobierno de Bunyola.
«El Ajuntament», indica Riera, «no tendría presupuesto suficiente para pagar las expropiaciones de estos terrenos, así que con la revisión del Plan General se está negociando con los propietarios el uso de los terrenos».
«Se compensará, pero nunca pagando los terrenos, en todo caso se realizarán permutas o recalificaciones. No nos queda más remedio que negociar», asegura Guillem Riera.