La localidad de Consell ha sufrido un aumento de la población de un 50% en los últimos cinco años. Así lo dijo el alcalde, Arnau Ramis (PSM), que explicó que «en estos años se ha pasado de 2.000 a 3.000 habitantes».
El alcalde dijo que el incremento de nuevas viviendas se debe a que «había muchos solares en suelo urbano sin construir y, aunque cambiamos las Normas Subsidiarias y modificamos la densidad para evitar una masiva construcción, no podemos reconvertir el suelo urbano en rústico porque el Ajuntament no puede asumir el coste de la indemnizaciones que se deberían pagar a los propietarios de los terrenos».
Además, el alcalde Ramis aseguró que «no hemos añadido ninguna zona urbana más y con la modificación de normas se redujo el techo poblacional de 14.000 a 7.000 habitantes». Además, el alcalde también recordó que durante la pasada legislatura de 1995-1999, en que gobernaba el PP, «también se aprobó por unanimidad reducir el número de alturas de los edificios, aunque podían tener más profundidad», según Ramis.
Pese a estas modificaciones en la Normas Subsidiarias, ahora ha entrado en el Ajuntament un proyecto para construir 230 nuevas viviendas en el pueblo. En este aspecto, Arnau Ramis aseguró que «nosotros somos los primeros afectados y preocupados por la situación que estamos viviendo» y explicó que «con el gran incremento de población, los servicios del pueblo están quedando saturados y poco a poco queremos incrementarlos».
Por esta razón, desde el Ajuntament está prevista la construcción de una nueva escuela municipal de 0 a 3 años, la ampliación del colegio y la mejora de espacios municipales.
Algunos vecinos del pueblo han mostrado sus críticas por el gran incremento de la población y el gran número de viviendas que se han construido y se están construyendo actualmente.