MARTA MEDRANO
El pleno aprobó el pasado miércoles con los únicos votos a favor del Partido Popular (PP) la adaptación de las Normas Subsidiarias del municipio al Plan Territorial. Con esta adaptación, prácticamente se agota el crecimiento urbano que la normativa del Consell permite en sa Pobla. Así, el municipio podrá crecer en los próximos diez años 33,9 hectáreas de las 36,7 que el Plan Territorial permitía, lo que supone un total de 810 nuevas viviendas que pueden suponer aproximadamente un incremento poblacional de unas 3.000 personas.
Esta cifra provocó unos intentos de debate entre el portavoz de Independents per sa Pobla (Ixsp), Joan Comes, y el regidor de Urbanismo. Comes sostiene que las normas permitirán crecer en 7.000 habitantes y no sólo en 3.000. «El pueblo perderá identidad. Veo demasiada gente y pocos servicios», dijo y defendió un crecimiento cero y la restricción de la construcción de adosados fuera de la ronda.
Independents y el PSM tildaron las normas «de amiguistas» y denunciaron que se posibilite un crecimiento de 48.500 metros cuadrados en la urbanización de s'Obac y la ubicación allí de una gasolinera que consideran «sospechosa». «Ahí hay algo extraño y lo investigaremos», amenazó Comes.