Un año más, la localidad de Selva celebró ayer la Fira de ses Herbes. Nada más llegar al pueblo se podía oler el aroma de agua de mirto que se estaba destilando en el alambique de la plaza Major. Cientos de personas decidieron ayer acercarse hasta el municipio de Selva y participar en una feria que destaca por su ambiente más natural. Los visitantes pudieron observar todo tipo de hierbas y a los artesanos fabricando productos típicos del pueblo de Selva.
Precisamente, la Fira de Selva es una de las más madrugadoras. A las 7,30 horas de la mañana, los recogedores de mirto se encuentran en la plaza para partir a recoger las hierbas y no es hasta las 10 de la mañana cuando entran en el pueblo los carros y xeremiers que pasean por el pueblo para abrir la feria.
La de Selva es una muestra que sale de lo común. Difícilmente, los visitantes que se acerquen hasta el pueblo se podrán encontrar con largas exposiciones de coches o maquinaria agrícola de última tecnología, aunque sí que podrán conocer más el mundo de las hierbas y sus cualidades medicinales.