GUILLEM MAS
Una vecina de Algaida ha interpuesto una querella por delito contra el medio ambiente a su arrendador por acumular dentro de un terreno propiedad de la algaidina varias toneladas de neumáticos viejos, con el peligro de incendio que esto supone y los daños provocados en la tierra ante tanto material tóxico procedente del neumático. La querella ha sido interpuesta en un juzgado de Palma.
La propietaria de la finca rústica arrendó, en septiembre de 2003, parte de sus terrenos a Francisco A. de la Rosa Garrido, como representante de la entidad mercantil Dragatrans Balear S.L., por un periodo de diez años. Un mes después, la entidad ya dejó de pagar las primeras cuotas de la renta acordada por la partes y se le interpuso una demanda por desahucio en junio de 2004. Fue del todo imposible localizar a la persona responsable.
Pero lo cierto fue que la empresa destinó el uso de los terrenos al abandono de toneladas y toneladas de neumáticos viejos. Estos neumáticos perjudican gravemente el terreno ya que están constituidos por sustancias tóxicas que alteran el equilibrio de la finca, tanto estéticos como del subsuelo, que pueden ser irreparables. Añadir la inseguridad que supone ante un incendio pudiendo provocar una desastre.
En la querella se da cuenta que según la ley queda prohibido el abandono, vertido o eliminación incontrolada de los neumáticos fuera de uso en todo el territorio. Se recuerda también que el querellado ya repitió estos mismos hechos a través de otra entidad mercantil y que la Conselleria de Medi Ambient tiene constancia a raíz de otra denuncia contra el mismo querellado.
La propiedad de la finca en cuestión pide al demandado que se le devuelvan los terrenos en el estado en que se encontraban con anterioridad y la obligación de indemnizar con 60.000 euros en concepto de embargo que se ha tasado por el procurador.
El Ajuntament de Algaida ya tenía conocimiento de ello.