JOSEP ROSSELLÓ
El Hotel Barceló Cala Viñas está realizando una profunda reforma en sus instalaciones sin licencia de obras municipal. El establecimiento hotelero, situado en la primera línea de la playa Cala Viñas, inició hace meses su modernización con una simple licencia de obra menor.
El hotel tiene tres estrellas y con las obras pretende alcanzar cuatro. Tiene capacidad para 724 personas y está compuesto por 42 apartamentos, 74 estudios y 221 habitaciones. Las obras que se ejecutan, sin embargo, no son ni mucho menos de carácter menor. Además de la reforma de los interiores, en el exterior se han unido dos edificios que componen el complejo y se ha habilitado una zona ajardinada. También se han abierto accesos directos a la playa, afectando al espacio de dominio público marítimo terrestre. Inicialmente sólo había un acceso, pero con las obras en la zona donde hay pinos han habilitado empedrados para acceder directamente del complejo la playa.
Hace dos semanas, según fuentes de toda solvencia, los celadores municipales levantaron acta al carecer el hotel licencia de obras, pero no se decretó la paralización de las obras, que ayer continuaban de forma frenéticas con docenas de obreros trabajando a pesar de ser sábado. Tras la visita de los celadores, el Grupo Barceló presentó el proyecto para obtener la licencia de la reforma ya acometida.
El Grupo Barceló informa en su página web que el hotel de Cala Viñas ha sido reformado y lo clasifica de 4 estrellas, a pesar de que ayer sábado la placa especificaba que todavía tiene 3 estrellas. Además, oferta la playa de Cala Viñas como privada para sus clientes.
Precisamente la ocupación de la playa ha indignado a los vecinos que no entienden cómo la Demarcación de Costas aún no ha intervenido en esta obra. Temen que el hotel se quiera apropiar de la playa cuando es de todos. Ayer mismo, la ocupación de la playa por los trabajos era espectacular y eso que la temporada ya ha arrancado.