La solemnísima procesión del Santo Entierro y la Soledad de María transcurrió este año por Sineu con menos público que en otras ediciones pero con el mismo nivel de participación popular que hacen que sea conocida como la procesión del Pla.
El acto empezó cerca de la noche con algo de retraso y concluyó sobre las 00.30 horas, algo más pronto que otros años por los pequeños cambios de recorrido que se hicieron.
Esta procesión destaca por el gran número de cofradías que participan y la variedad de trajes que éstas exhiben. Una de las novedades de este año se pudo contemplar nada más empezar. La banda de cornetas, tambores y timbales de la Escuela Graduada de Sineu debutó frente a las autoridades, entre las que se encontraba además del alcalde, Josep Oliver Rebassa (PP), el conseller d'Educació, Francesc Fiol y alcaldes de localidades vecinas como Llubí o Lloret.
Tras el atronador sonido de de los tambores se escuchó un solo de trompeta y, acto seguido, comenzó el desfile de las diecinueve cofradías que hay en Sineu, cada una de ellas con sus correspondientes pasos y engalanadas con trajes elaborados con todo tipo de telas y colores.
La banda de Montuïri se encargó de poner punto y final a la procesión entonando La Balanguera en dos ocasiones, cuando el Cristo sale de la Iglesia de Sant Francesc y cuando, posteriormente, se entra. Además de esta partitura se escucharon diferentes marchas fúnebres que dieron un carácter muy solemne a la procesión del Viernes Santo. Entre otras Mater Mea, Saeta y Oremos.