Los portavoces del PSOE y PSM en el Ajuntament de Llucmajor, Antoni Garcias y Joana Lluïsa Mascaró, cuestionan la potabilidad del agua que el equipo de gobierno del PP pretende suministrar a s'Estanyol, Cala Pi, Vallgornera y Es Pas, cuando estas localidades cuenten con sus respectivas redes de abastecimiento. En el transcurso de la sesión plenaria celebrada ayer en la capital del Migjorn, Garcias y Mascaró denunciaron la inexistencia de informe técnico alguno que avale la potabilidad del agua que el Ajuntament pretende extraer de unos pozos que se perforarán en unos terrenos situados entre la carretera Llucmajor-s'Estanyol y Cas Busso. De esta manera, añadieron los ediles socialistas, «no existen garantías de que el agua sea potable ya que los acuíferos de esta zona están altamente salinizados», aseguraron.
Por contra, el alcalde Lluc Tomás, aseguró que se han llevado a cabo varios análisis que determinan que el agua es potable, agregó que el futuro abastecimiento está totalmente asegurado y sentenció que, de considerarse necesario, «incluso podrá traerse agua de Llucmajor o de sa Costera». El equipo de gobierno también rechazó las alegaciones presentadas a la ordenanza fiscal reguladora de las contribuciones especiales para la ejecución de las obras de intalación de la red de aguas residuales y de abastecimiento de los núcleos anteriormente citados.
Estas alegaciones, presentadas en su gran mayoría por la asociación de vecinos de s'Estanyol, denuncian el alto coste de las contribuciones especiales.