27 de junio de 1946. Continúan las maniobras navales en el mediterráneo, siendo el Port de Sóller punto de encuentro de diversos destructores y submarinos. Poco antes de las 12 del mediodía, el submarino «C-4» topa violentamente con el destructor Lepanto y, como consecuencia de ello, se hunde frente la costa del Port de Sóller con toda la tripulación en su interior, formada por una cuarentena de personas, quedando atrapadas en las profundidades del agua balear.
Aprovechando la llegada del submarino «Marsopa» tanto el comandante de la estación naval del Port, Francisco Arenas, como el comandante del submarino, José Alberto Truque Morales, no desaprovecharon la oportunidad para acercarse al lugar del accidente y depositar una corona de flores en recuerdo de los marineros atrapados en el fondo del mar. Al acto acudieron, además, el alcalde de Sóller Carlos Simarro; el concejal de Gobernación, Josep Lluís Casasnovas, y el director general de Infraestructura para la Defensa, Joan Mesquida, quienes se embarcaron a bordo del «S63» y desde el que lanzaron la corona en homenaje a los marineros.
Después del emotivo acto y de haber dejado las autoridades en tierra, el submarino «Marsopa» prosiguió su marcha hasta Cartagena, donde será dado de baja después de 31 años de servicio en la Armada Española. El Consistorio ya anunció que durante este año se llevarán a cabo algunos actos para conmemorar el sesenta aniversario del accidente.