La propiedad de Vinromà, único pulmón verde que queda en la localidad y que se encuentra situado en la salida del pueblo cerca de la carretera de Can Picafort, propone al Ajuntament que se puedan construir en este espacio un total de doce viviendas de lujo. A cambio, el propietario pretende ceder al pueblo un total de 90.000 metros cuadrados que se destinarán a zona verde. La propuesta surge después de que el Ajuntament aprobase, a petición del PSM, desclasificar y proteger Vinromà para evitar así la construcción de 50 chalets.
De momento, los diferentes partidos políticos con representación municipal no se han sentado para estudiar a fondo y de manera conjunta esta propuesta. Este proyecto está ahora un poco aparcado porque los políticos están concentrados en la aprobación de los presupuestos. Y es que el equipo de gobierno, en minoría (CDM-PP), tendrá que escuchar con atención las demandas de la oposición si quiere aprobar las cuentas municipales.
Así, el teniente de alcalde y regidor de Urbanismo, Onofre Plomer, señaló que «nos parece muy bien esta idea. Es una reducción de un 50 por cien de lo que en su día proponía el Plan General del año 1089. El proyecto prevé crear parcelas de 5.000 metros cada una, mientras que la parte de Vinromà cercana a la carretera será cedida al pueblo». El edil del PSOE Pere Amengual, en la oposición, criticó que «detrás de esta idea se esconde una urbanización encubierta».