El 95 por ciento de las averías en la red de agua de Inca se deben a la rotura de alguna tubería provocada por las obras que se ejecutan en la capital del Raiguer. Así lo reconocieron ayer el teniente de alcalde del Ajuntament, Rafel Torres, y el gerente del área de servicios de Inca, Ramón Figuerola. «En Inca cada vez hay más obras y no podemos limitar el dinamismo constructivo. A pesar de ello proporcionamos un mapa que informa de la red de tuberías de Inca e intentamos advertir a los constructores del peligro de roturas», dijo Torres.
El equipo de gobierno informó ayer de que en quince días se habrán instalado dos nuevas bombas impulsoras con una mayor capacidad que permitirá incrementar el caudal de agua que se suministra diariamente en un 60 por ciento. Así, la capacidad de bombeo máxima actual, que se sitúa en unos 4.500 metros cúbicos diarios, pasará a los 7.300 metros cúbicos diarios. «Los técnicos aseguran que con esta inversión garantizamos un buen suministro de agua para diez venir», dijo Torres.
En Inca hay actualmente doce pozos y seis bombas extractoras. Con las bombas adquiridas el Ajuntament no incrementará el número de estos aparatos sino que sustituirá dos que habían quedado obsoletas, las situadas en Son Fiol y en la calle Llubí.