P. AGUILO MORA / C. RUIZ
Seis meses después de ser inaugurada la prolongación de la
autopista hasta Llucmajor, a día de hoy aún son muchos los usuarios
de esta vía que, al divisar las señales de preseñalización de la
salida número 18, siguen haciéndose la misma pregunta: ¿Qué es Son
Granada?
La instalación de seis indicadores elevados sobre el vial -tres por sentido- cuando antes de las obras de prolongación de la autopista no existía señalización alguna al respecto y la construcción de una fenomenal rotonda varios metros por debajo el nivel de la calzada inducen a pensar que el topónimo «Son Granada» obedece al nombre de la enésima urbanización florecida en las vastas tierras de sa Marina de Llucmajor al calor del crecimiento demográfico e inmobiliario experimentado en el municipio durante los últimos años.
Nada más lejos de la realidad.
Tras tomar la salida número 18, los indicadores hacia Son Granada
se presentan cada vez más rudimentarios a medida que se avanza
hacia tan misterioso destino. En apenas un kilómetro los grandes
paneles instalados sobre la vía rápida se convierten en humildes
tablones o en simples flechas pintadas sobre una paret seca.
Lo mismo ocurre con el piso del camino hacia Son Granada. Abandonado el impecable asfalto de la autovía, la calzada aparece repleta de baches. Algunos de tal tamaño que resulta imposible sortearlos.