J.M.SASTRE/J.SOCIES
La presencia de perdices en la Fira de sa Perdiu de Montuïri estuvo
en peligro durante algunos días por la prohibición de exhibición de
aves a causa de la gripe aviar. Finalmente, se levantó esta veda
aunque la Conselleria d'Agricultura impuso condiciones y estrictas
medidas de control. Así, la Societat de Caçadors de Montuïri tuvo
que facilitar un listado previo con todas las perdices
participantes en el concurso de reclamo y, ayer por la mañana, un
veterinario hizo un reconocimiento a cada ejemplar para comprobar
su estado de salud que, en todos los casos, fue óptimo. El concurso
se celebró en la plaza de es Dau y contó con la participación de 66
perdices. El ganador de sa Perdiu de Plata fue Francesc Xavier
Mercadal, de Palma. En segundo y tercer lugar quedaron los
montuïrers Bartomeu Andreu y Rafel Fullana.
A pesar de ráfagas de frío viento, el día despejado en general propició que miles de personas acudieran a la XXVII edición de sa Fira de sa Perdiu. Para que los visitantes no se perdieran la amplia oferta de la muestra, el Ajuntament de Montuïri editó unos trípticos con un mapa del casco urbano donde había detallada información de los diferentes recorridos temáticos que se podían realizar. Una de las zonas más concurridas fue la Avinguda de es Dau que estuvo colapsada en algunos momentos por la multitud. Allí había puntos venta de ropa, comestibles, vehículos, maquinaria agrícola, entre otros muchos.
El recorrido ascendía hacia la plaza Major donde, como ya es habitual, hubo una representación de los industriales y artesanos de la localidad. Enfrente, en la explanada de la iglesia, un grupo de gente de todas las edades practicaba spinning. La muestra se completaba con múltiples exposiciones en diferentes edificios del casco urbano.