La polémica de los caminos públicos de Manacor tomó el pleno ordinario municipal. La plataforma en Defensa dels Camins Públics intervino oficialmente en la sesión tras solicitarlo mediante presentación previa de unas 300 firmas. El portavoz de la asociación, Sebastià Gayà, leyó un comunicado que centró sus críticas en el alcalde de Manacor, Antoni Pastor; el regidor Antoni Sureda y la defensa que, según la plataforma, realizan de los intereses del multimillonario alemán propietario de es Fangar, Peter Eisenmann. «No hemos esperado nunca nada bueno de este alcalde ni hemos confiado que moviera ni un dedo a pesar de todas las promesas», comenzó Gayà quien añadió que la intervención en el pleno era sólo para recordarle «todo lo que no ha hecho» para abrir los caminos públicos.
En este sentido, echó en cara a Pastor que no haya contestado las 4.500 firmas reivindicando la apertura de caminos que presentó la plataforma a finales de 2004. Además criticó el «silencio» del alcalde a las 800 alegaciones presentadas al catálogo de caminos y camadas públicas de Manacor que se puso a exposición pública hace más de diez meses. En este punto, Gayà recordó que el catálogo fue aprobado en 2001 definitivamente por mayoría absoluta y que «ocho de los once ediles del actual equipo de gobierno votaron a favor de este catálogo». «¿Por qué si antes era tan bueno ahora no lo es? ¿Qué ha cambiado?», preguntó Gayà. En el manifiesto, la plataforma denunció que la ex alcaldesa «Catalina Sureda y su hermano, el regidor Antoni Sureda y su familia es parte implicada en los caminos cerrados». El final de la intervención de Gayà fue seguido por aplausos de los integrantes de la plataforma y del público entre los que estaban los nacionalistas, Gabriel Vicens, Antoni Alorda y Maria Antònia Vadell.Por su parte, Pastor contestó a las acusaciones que «siempre hemos dicho que queremos resolver el problema pero nosotros sólo nos movemos por criterios técnicos. El catálogo no es una garantía de que los caminos sean públicos porque está lleno de erratas». «Nosotros queremos retomar el camino del consenso pero creo que no hay voluntad», apuntó el alcalde quien se mostró partidario de negociar con los propietarios de fincas antes que llevarles a los juzgados porque «si abrimos un contencioso y lo perdemos nos quedaremos sin camino para siempre». «Hay muchos ciudadanos que no quieren que el Ajuntament arriesgue. No protejo a alguien a quien no conozco, yo actúo por responsabilidad». En este sentido hay que recordar que la propiedad de es Fangar ofrece terrenos para la apertura de un nuevo camino paralelo y poder mantener cerrado el antiguo. Seguidamente, Antoni Sureda se defendió: «Hablar de mí y de mi familia no es de recibo. Si tiene la más mínima duda de si he hecho algo mal me lo dice pero no llegue a los insultos. Las personas se entienden hablando».