JULIÀN AGUIRRE
Con siete horas de viaje desde Palma, vía Madrid, en un colapsado
aeropuerto de Barajas, y hasta Roma comenzó la peregrinación de un
grupo de mallorquines que acudieron el pasado sábado a la
beatificación de Sor Maria dels Àngels Ginard Martí. Amigos y
familiares comenzaron hace once años a luchar por su beatificación,
un nombramiento que ha pasado por dos papas, pues el fallecido Juan
Pablo II provocó un retrasó y finalmente Benedito XVI, quien delegó
la celebración en otro cardenal, lo ratificó con su presencia y
emotivas palabras.
Pero el grupo, formado por 138 personas de Madrid, Barcelona y Mallorca, también han podido disfrutar de un intenso fin de semana. Siempre puntual, y desde primera hora de la mañana, el grupo ha dado ejemplo de una perfecta convivencia, y las hermanas Celadoras del Culto Religioso han dado muestra en todo momento de cariño y fe.
Recepciones, misas, celebraciones, cenas, visitas a museos y hasta compras por las tiendas de Roma han completado los tres días de estancia. Crucifijos, medallas, rosarios, postales y fotos con imágenes cristianas y del Papa llenan las maletas de los fieles mallorquines. Pero no olvidemos que este viaje se recordará por la intensa participación en la beatificación de la religiosa de Llucmajor Maria dels Àngels Ginard, fusilada a los 42 años de edad.