El delegado del Gobierno en Baleares, Ramon Socías, consideró que la situación creada en Calvià, con la crisis de gobierno municipal PP-UM, es «muy complicada» porque existen detrás del conflicto político «presiones de intereses urbanísticos» que recibe el alcalde, Carlos Delgado. Socías lamentó que los intereses de los promotores «marquen la línea de actuaciones» de los ayuntamientos de Mallorca y Balears, con lo que, al final, se crean conflictos cuando los «intereses distintos chocan».
En su opinión, el origen de la crisis de Calviá hay que buscarlo en que quien marca las pautas es el interés urbanísticos y no el beneficio del ciudadano. «Los ayuntamientos tienen problemas a la hora de decidir, porque siempre que hay un cambio en el plan general o en el diseño de qué zonas se van a dedicar al crecimiento, detrás hay unos nombres y apellidos». «Esto crea problemas y siempre es difícil encajarlo en el interés general de los ciudadanos», dijo al respecto.
Sobre la crisis los socialistas de Calvià opinan que Delgado se ha hecho fuerte en Calvià con el apoyo de, entre otros, el ex ministro Michavila y que, por tanto, «Matas ya no pinta nada en Calvià». El cambio radical de posición de los populares apoyando por primera vez las tesis pro-tránsfugas de Delgado son un claro síntoma, a juicio del PSOE local, «de de que el PP no es quien dirige el Ajuntament de Calvià, porque no puede. Delgado va por libre y está descontrolado».