El propietario de la finca de es Fangar de Manacor, el multimillonario alemán Peter Eisenmann, hizo presentar a unos 20 ciclistas, miembros de la plataforma «Camins Públics Oberts» el carnet de identidad o el pasaportes para poder entrar en la finca por donde transcurre el camino de titularidad pública el pasado sábado. Nada más llegar a la entrada de es Fangar, los excursionistas se encontraron con que el propietario de la finca había cerrado con barreras y guardias privados el camino público, aunque éste figure en el catálogo de caminos públicos que el Ajuntament de Manacor aprobó definitivamente y por unanimidad en 2002.
Miembros de la plataforma aseguran que «el guarda de seguridad intentó impedirnos el paso con empujones y diciendo que queríamos entrar en un camino privado», pero los excursionistas continuaron su camino. Durante la discusión entre los excursionistas y los guardas privados para poder pasar, llegó «un señor alemán que nos dijo que no podíamos entrar porque era un camino privado», pero ante la insistencia de los miembros de la plataforma y después que delante suya llamasen a la Policía Local, este señor que desde la plataforma se cree que es el propietario, exigió que alguien le enseñase el DNI para hacerse responsable del grupo por si ocurría algún incidente. Los ciclistas intentaron explicarle que «nadie quería entrar en su propiedad privada, sino transitar por un camino público por lo que no tenemos que pedir permiso a nadie y sólo nos identificaremos ante un agente de la autoridad», afirman.
Visto que la voluntad de los excursionistas de pasar por el camino público era irrenunciable, el encargado ordenó al jefe de seguridad que siguiese a los ciclistas «haciéndonos fotos en todo momento como si fuésemos delincuentes convictos», explicaron. Finalmente no fue necesaria la intervención de la policía porque cuando llegó, el propietario ya había dejado pasar a los excursionistas.