La decisión del antiguo titular de la concesión para la explotación de las playas de can Picafort y son Bauló, Baltasar Pulpillo, de denunciar al alcalde, Antoni del Olmo (PP) ante la Fiscalía Anticorrupción, centró el debate político del pleno celebrado ayer en Santa Margalida.
Del Olmo empezó a sentirse incómodo en el momento en que el portavoz del PSM, Antoni Reus, empezó a recordar las irregularidades que, a su juicio, se cometieron en el proceso de adjudicación de las playas, en abril de 2001. El alcalde interrumpió la exposición del concejal nacionalista y se defendió diciendo que «hace tiempo que Pulpillo debería haberme llevado a la Fiscalía, así ahora el tema ya estaría resuelto» y lamentó que «Pulpillo se haya dedicado a hacer eparipé en la prensa en lugar de haberse asesorado en alguna Conselleria».
Del Olmo, asimismo, reconoció que Baltasar Pulpillo no gestionó las playas durante los cuatro años de los que ahora la Direcció General de Tributs i Recaptació le exige el pago de impuestos por un importe de 417.034,49 euros. Cabe recordar que quien gestionó las playas durante 2001 y 2002 fue Tecplaya, del empresario Gelabert Garau y que actualmente la concesión está en manos de la empresa Riutort Verdera.
El concejal de UM, Antoni Font instó al Ajuntament a «defender que no fue Pulpillo sino Tecplaya quien explotó realmente las playas».
Más contundente se mostró el concejal del PSOE, Miquel Cifre. «Es preocupante que gente como Pulpillo marquen la agenda política de este Ajuntament. Creemos que el tema no ha acabado porque es responsabilidad del alcalde y del equipo de gobierno haber concedido las playas a una personas como Pulpillo, que es insolvente y que por tanto no podrá pagar un dinero que es de todos los ciudadanos de la Comunidad».