En el mismo sentido se expresó ayer el portavoz adjunto del PP balear, Fernando Rubio, tras asegurar que todas las decisiones en el Ajuntament de Calviá serán acordadas con UM. Rubio indicó que las decisiones en Calvià serán fruto de los acuerdos entre PP y UM, sin recurrir al apoyo de Thomás, cuyo voto le sería suficiente a la mayoría popular en el Consistorio para aprobar las decisiones del equipo de gobierno, aunque pueda darse el caso de que el ex concejal nacionalista -calificado de «tránsfuga» por la oposición y varios dirigentes del Partido Popular- también se muestre a favor de estos acuerdos.
En cuanto al devenir de la reunión celebrada ayer entre Carlos Delgado e Isidre Cañellas, este diario ha podido saber que el líder de UM informó al alcalde del contenido del acuerdo al que llegó el pasado martes el comité local de UM en Calvià. Pese a haber manifestado horas antes su intención de utilizar el voto de Thomàs «como el de un concejal más» y augurarle a éste un «gran futuro político», Carlos Delgado tuvo que escuchar cómo su socio de gobierno, Isidre Cañellas, condicionaba el futuro del Pacte per Calvià al respeto «escrupuloso» del acuerdo de gobierno firmado el 11 de junio de 2003 y a la no utilización por parte del PP del voto tránsfuga de Joan Thomàs. De esta manera, UM deja meridianamente claro que el PP debe prescindir del concurso del ex edil nacionalista y que todas las decisiones ejecutivas deben ser consensuadas entre ambas formaciones.
Asimismo, también ha trascendido que durante la reunión de ayer el alcalde Delgado se limitó a escuchar los planteamientos de Isidre Cañellas omitiendo poner sobre la mesa las condiciones reclamadas por el PP para renegociar con UM el Pacte per Calvià. No obstante, al final del encuentro, Delgado anunció su intención de transmitir a sus concejales y a la junta local del PP calvianer las peticiones de los nacionalistas y convocar de nuevo a Cañellas a las 10.00 horas de hoy, para clarificar posturas y argumentos de cara a una posible reescritura del pacto.