Todavía no se ha llegado a aprobar definitivamente y muchos ya lo dan por «muerto». El nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Inca, una revisión del vigente en el municipio desde 1987, «no se desarrollará en su mayor parte», según manifestó el alcalde Pere Rotger durante el último pleno municipal, donde se resolvieron las alegaciones para que el texto pueda ser sometido nuevamente a la aprobación de la Comissió Insular d'Urbanisme, tras su suspensión en el mes de abril por el mismo organismo.
El alcalde declaró tras una acalorado debate con la oposición que el objetivo principal que persigue ahora con la aprobación de este planeamiento urbanístico es legalizar la construcción del nuevo cuartel de la Policía Local, las actuales obras de las viviendas de protección oficial, y permitir la construcción de un centro de salud y un colegio público, entre otros equipamientos previstos en el nuevo documento. Ante la sorpresa y las posteriores críticas de los portavoces de la oposición a esta afirmación, Rotger les pidió «realismo» y que hiciesen una comparación con otros municipios.
Lo que es seguro es que el equipo de gobierno ya ha anunciado que una vez que se apruebe definitivamente el nuevo PGOU, se empezará inmediatamente el proceso para su adaptación al Pla Territorial de Mallorca, lo que supondrá cambios sustanciales respecto al planeamiento que está ahora en fase de aprobación, especialmente en la previsión de crecimiento residencial. La oposición ha criticado reiteradamente que el equipo de gobierno del PP no haya adaptado directamente el nuevo planeamiento urbanístico al PTM y lo haga después teniéndolo que modificar en gran parte.