La coalición Esquerra Unida-Els Verds (EU-EV) acusó ayer al PP de «corrupción» y de incurrir en prácticas «muy propias de la vertiente siciliana» de la vida política de Mallorca, y recordó a UM que, junto a ellos y a las demás fuerzas progresistas representadas en el Consell de Mallorca, pueden bloquear proyectos urbanísticos tan controvertidos como la ejecución de los proyectos del Parque Temático en can Vairet y el Centro de Tecnificación Deportiva de Calvià en el Sementer de Son Flor y en el Pla de Ses Penyes Rotges. Unos proyectos cuya ejecución en los terrenos rústicos propiedad de la familia Nigorra, con el tránsfuga Joan Thomàs en la órbita del PP, vuelve a cobrar factibilidad.
En una rueda de prensa, el coordinador de Esquerra Unida en Mallorca, Miquel Rosselló acusó al PP de «comprar» el voto del concejal tránsfuga de UM, Joan Thomás, para aprobar la recepción de las urbanizaciones de Nova Santa Ponça, y expresó su convicción de que el presidente del PP balear, Jaume Matas, y el secretario generapopular, José María Rodríguez, conocían de antemano esta actuación y respaldan las declaraciones del alcalde de Calviá, Carlos Delgado, en las que rechaza la posibilidad de destituir a Thomás.
El coordinador de EU en Mallorca centró sus críticas en Delgado, del que dijo que está «muy contento de haber ganado la Alcaldía después de involucrar con procesos jurídicos a la anterior alcaldesa (Margarita Nájera)», tras acusarla de delitos que «no ha podido demostrar», y señaló que para celebrarlo «lo primero que hizo fue irse a Moscú, al 'Rasputín'».
Según Rosselló, detrás de los reiterados escándalos de Calvià «siempre está lo mismo», es decir, «los intereses urbanísticos y especuladores».
El dirigente de EU consideró especialmente grave el comportamiento de Delgado «al interponer los intereses de una familia (en referencia a los Nigorra) por encima de un pacto político», del que destacó su relevancia, ya que si el PP renuncia a su alianza con UM se queda «solo ante el peligro».