G.M./A.B./J.S.
La polémica generada entorno al alcalde popular de Ses Salines,
Sebastià Vidal, ha generado una situación de malestar y nervios en
el seno de la cúpula del PP.
Para ayer estaba convocada una reunión para las 19.30 horas en la sede del PP en Palma entre los 11 alcaldes que firmaron los certificados que acompañan al expediente solicitando el interés general para las polémicas cuadras, que después derivaron en la legalización de la casa del alcalde de ses Salines. El secretario general del PP balear, José Maria Rodríguez, decidió desonvocar la reunión ante el cariz público que tomó el encuentro, del que la prensa tenía conocimiento.
«Silencios prudentes», «secretismos en torno al tema», «desconocimiento de la reunión», o bien «del lugar de encuentro» fueron algunas de las respuestas de los alcaldes salpicados por la polémica.
Algunos alcaldes, como el de Campos, Andreu Prohens, dijeron que «nunca he sido convocado». Otros como el de sa Pobla, Antoni Serra, hablaban de una reunión sin conocer el lugar o como el caso del alcalde de Santa Margalida, Antoni del Olmo, que afirmaba que «hay una reunión, pero no asistiré porque tenemos fiestas en Can Picafort».Desconcierto y consignas de silencio. La reunión, en principio, fue convocada para hablar del tema en cuestión, limar asperezas entre las diversas opiniones de los alcaldes al respecto y de esta manera llegar a un clima de entendimiento, roto por «malentendidos» a la hora de firmar los polémicos documentos.
La intención de la dirección del PP era intentar recomponer y cerrar filas entorno al alcalde de Ses Salines, que ha visto cómo sus compañeros de partido le daban la espalda al sentirse engañados por su actuación. La situación se ha desbordado y todos coinciden en que se ha de sacar a la luz la verdad.
El alcalde de Lloret, Joan Jaume, afirmó que «ante estos hechos no volvería a rubricar el certificado porque se ha utilizado para cosas que no están bien». El alcalde de Selva, Joan Rotger, también mostró su desconocimiento en relación al certificado: «Sólo era consciente de que firmé a favor de los caballistas de Ses Salines».