La dirección regional del PP balear está convencida de que el alcalde de Calvià, Carlos Delgado, dejará sin funciones al edil tránsfuga del municipio, Joan Thomás, y que con esta decisión se resolverá la crisis con Unió Mallorquina. La resolución podría hacerse pública a finales de agosto o principios de septiembre, pero fuentes autorizadas de la cúpula popular dieron por cerrado el acuerdo que evitará males mayores en las relaciones entre PP y UM. El propio secretario general del PP balear, José María Rodríguez, se ha encargado de repetir desde que saltó la crisis en Calvià que el pacto con Unió Mallorquina no se rompería. Esta tesis ha ganado fuerza durante los últimos días, sobre todo desde el momento en que las juntas locales de PP y UM no mueven ficha y prefieren esperar a septiembre para solventar sus problemas tras el último pleno del Ajuntament de Calvià.
Desde la dirección regional del PP balear se garantiza que Joan Thomás dejará todos sus cargos en el gobierno de Calvià, que pasarían automáticamente al único edil de UM en el municipio, Isidre Cañellas. De esta manera, la dirección del PP balear está convencida de que la situación interna en Calvià va a recomponerse y que una hipotética crisis en aquel municipio no afectará la estabilidad institucional en el Consell Insular de Mallorca, el gran riesgo que se corre si Delgado mantiene al tránsfuga Thomás al frente de las distintas áreas de gestión.
De hecho, durante las últimas semanas se ha especulado mucho sobre la posibilidad de que Munar tome medidas drásticas en el Consell de Mallorca. Una de las posibilidades pasaría por romper el pacto PP-UM en el Consell, lo que equivaldría a gobernar en solitario. Esta opción obligaría a Munar a presentar su dimisión como presidenta con el fin de conformar una nueva mayoría que rigiese la institución. Otra alternativa es que Munar gobernase en minoría lo que resta de legislatura y dejar al PP sin poder en la institución.