El servicio de estancias diurnas de la Residencia Miquel Mir de Inca, que recientemente ha cumplido su segundo aniversario, pedirá ayuda económica a la Conselleria de Salut para poder continuar ofreciendo el servicio de calidad como hasta ahora.
El director gerente del centro, Jaume Estrany, aseguró que «se está intentando alargar el horario de atención en la mañana y la tarde» e incidió en que «de lo que se trata es de que los residentes estén bien atendidos y por eso nos ayudaría mucho aumentar los ingresos».
El centro permanece abierto cada día, excepto los fines de semana de 8 de la mañana a las seis de la tarde y en él los residentes disfrutan de hasta ocho menús de comida diferentes, adecuados a las necesidades de cada uno.
El coste aproximado de cada residente es de 500 euros mensuales. De esta cantidad, los familiares aportan 276 y el resto el Ajuntament aunque para las familias cuya renta no alcanza dicha cantidad el Consistorio se hace cargo de la diferencia.
Por eso «son necesarios más recursos», asegura Estrany. Los residentes disfrutan de toda clase de servicios de fisioterapia, médico, enfermeras y realizan un buen número de actividades físicas y lúdicas.
Las personas mayores acuden al centro con mucha ilusión y no es para menos. Cada día realizan actividades de lo más variado como manualidades, baile, juegos de memoria, poesías, etcétera. También tienen un fisioterapeuta que les ayuda a ejercitar su cuerpo en función de las necesidades de cada uno.
La regidora de Tercera Edad, Magdalena Cantarellas, indicó: «Estamos muy satisfechos de ver que los familiares de los usuarios están tranquilos y que la gente mayor se encuentra bien con nosotros». «Se ha hecho mucho y muy positivo», añadió la regidora que se muestra optimista sobre el futuro del centro en el que se seguirá dando servicio a los mayores. Un servicio que se verá reforzado con la apertura del futuro centro comarcal.