Los vecinos del Port de Pollença padecen desde hace unos días los primeros cortes del suministro de agua del verano como consecuencia, según el regidor de Medi Ambient Joan Comas, del incremento de consumo producido en los últimos meses además de la falta de lluvias.
Para intentar minimizar al máximo las molestias que ocasiona la falta de caudal el Ajuntament ha puesto en marcha un plan de emergencia que incluye, además de la conexión de uno de los dos pozos de Son Vila a la red municipal, el ofrecimiento a particulares de que el propio Ajuntament llenará sus aljibes (si disponen de ellos y siempre que el agua se destine al consumo humano), por medio de camiones cisterna.
«Que nadie piense que vamos a llenar con camiones cisterna los depósitos de los hoteles para que llenen sus piscinas, eso no es así, la medida va dirigida a las familias particulares que dispongan de aljibe, necesiten el agua para consumo humano y no dispongan de ella», dijo el regidor Comas. Aunque la conexión a la red municipal de aguas de los nuevos pozos de Son Vila no estaba prevista hasta la próxima semana el Ajuntament acordó el viernes pasado como medida de urgencia adelantar la conexión del primero de los pozos de Son Vila que ya aporta a la red de agua potable 25 toneladas hora de caudal medio.