CARMEN RUIZ/MICHELS
La Comissió Insular d'Urbanisme acordó ayer, por cuarta vez
consecutiva, devolver el planeamiento de Andratx al Ajuntament para
subsanar las deficiencias detectadas por los técnicos del Consell.
Sin la aprobación de las Normas Subsidiarias, el urbanismo de
Andratx continuará regiéndose por una regulación de 1976.
Ayer, la comisión volvió a reunirse después de que en junio, a petición del alcalde Eugenio Hidalgo, se acordara dejar sobre la mesa la aprobación del planeamiento. Casi un mes después y a pesar de las negociaciones mantenidas entre UM y PP, la Comissió d'Urbanisme decidió echar atrás las normas urbanísticas.
El acuerdo alcanzado por ambas formaciones preveía la aprobación de algunas reivindicaciones del Ajuntament y la justificación de otras deficiencias. Sin embargo, según explicó el conseller d'Ordenació del Territori, Bartomeu Vicens, el alcalde Hidalgo se saltó el acuerdo y quiso incluir más recalificaciones. Las deficiencias más graves que ha llevado a devolver la normativa han sido las recalificaciones de suelo rústico e incluso de suelo rústico protegido en urbano. El alcalde Hidalgo, sin embargo, explicó que no tenía ninguna intención de impedir la aprobación de las normas, al contrario. En su opinión «hubo un malentendido» con respecto a Cala Llamp.