M.DE LA ROSA
El puerto deportivo de Pollença ha conseguido su primera bandera
azul, después de haber superado unas exigentes pruebas técnicas y
medioambientales que le han otorgado el certificado de aptitud para
la consecución de este distintivo de calidad que ofrece la Unión
Europea. La izada de la bandera tuvo lugar ayer por la mañana y los
encargados de realizar los honores fueron la consellera de Obres
Públiques, Habitatge i Transports, Mabel Cabrer; el gerente de
Infraestructuras y Obras Portuarias, Pedro Iturbide, y el alcalde
de Pollença, Joan Cerdà, entre otras autoridades.
Cabrer destacó la importancia de que el Port de Pollença haya conseguido este distintivo por primera vez y aseguró que «nuestro trabajo ahora es intentar que no se pierda y que se mantenga cada año». El acto se complementó con la inauguración del nuevo edificio portuario del Moll. Después de siete años de obras, con un presupuesto de 564.000 euros, ayer se dieron por finalizados los trabajos de remodelación de este enclave que, después del temporal de noviembre de 2001, quedó prácticamente derruido.
La reparación de esta construcción responde al plan de mejora sistemática de las instalaciones portuarias que la Conselleria ha iniciado esta legislatura. La titular de Obres Públiques aseguró que «lo que se pretende desde el Govern es que la comunidad tenga unos puertos de primer nivel y por ello se están invirtiendo muchos recursos». Cabrer señaló el caso de Pollença como especial, puesto que, además de la rehabilitación del edificio portuario, se han instalado unas pérgolas (de 300.000 euros de presupuesto) y se ha armonizado la fachada marítima, cosa «muy necesaria», según Cabrer.