J.NICOLAU/P.ROSSELLÓ
El año pasado la Armada la dio de baja y a finales del mes pasado
entregó a la vicepresidenta Estaràs su campana. Fue un acto
simbólico que tenía que poner punto y final a los 32 años de
servicio de esta fragata, que equivalen a 37 vueltas al mundo.
Ahora, parece que el Govern y Calvià le han encontrado una nueva
utilidad mucho más lúdica. La Armada cederá gratis la nave al
Govern, que, con el Ajuntament, tendrá que trasladarla a las Illes
y costear todo el proyecto con un presupuesto estimado, de forma
inicial, de un millón de euros. Por lo que ha podido saber este
diario, entre las posibles localizaciones para hundir el barco
figuran la reserva marina que el Ejecutivo declaró entre las Islas
Malgrats y la Isla del Toro.
La gran dificultad, que eleva el precio de la iniciativa, es conseguir que el barco no gire a por las corrientes. Tendría que fijarse sobre el fondo marino y la nave no es precisamente pequeña. Sus medidas son 136x14x7,5 metros. Además, también tendrá que vaciarse de utensilios y enseres, trabajo que la Armada ya ha empezado en Ferrol, realizando determinados tratamientos que impiden que el material del que está fabricada contamine el ecosistema con el paso del tiempo.
Por lo que ha trascendido, el Consistorio ya ha iniciado la busqueda de empresas que puedan llevar adelante este trabajo. Este parque submarino es una iniciativa que aun siendo novedosa en las Illes, en Norteamérica está a la orden del día. En el Estado de Florida hay más de un centenar de barcos hundidos con esta finalidad turística. En Canadá hay una empresa especializada exclusivamente en realizar anclajes de naves en el fondo marino.