Manacor fue ayer la capital del motor a pesar de no alcanzar la afluencia de público prevista en la III Fira de sa Moto. De las 40.000 personas que anunció el Ajuntament de Manacor que visitarían la ciudad con motivo de la muestra de motocicletas, sólo unas 4.000 se animaron a participar. En esta tercera edición, la feria de motos acusó notables cambios respecto anteriores ediciones. En primer lugar la ubicación: de ocupar casi dos kilómetros en la avinguda Ferrocarril , las cerca de 500 máquinas expuestas se concentraron en la plaça del Mercat repartidas en carpas, Va petición de los propios expositores» señalaron los organizadores del evento.
Destacó, además, el acusado descenso en la participación de tiendas manacorinas especializadas en motos , ya que fue sólo una la que acudió a la feria a exponer sus vehículos. Tal vez uno de los motivos de este descenso sea que la organización de la muestra decidió no dar continuidad a la que habría sido la II fira de la bicicleta. «El año pasado no hubo buena respuesta» explicaron los responsables de la feria.
Finalmente, tampoco se celebró, como ya sa había hecho en las dos anteriores ediciones, la demostración entre pilotos de los distintos cuerpos policiales contra motoristas de Harley Davidson y Customs. A pesar de que la afluencia de público no fue la esperada, los que se acercaron a Manacor no lo hicieron en balde. El espectáculo estaba asegurado y la amplia gama de motos y accesorios, así como la exhibición de trial y mini motos hizo las delicias de todos.