Garantizar la seguridad ciudadana. Esta es la finalidad que persigue el alcalde de Manacor, Antoni Pastor, que ayer ordenó la demolición urgente del inmueble en ruinas de la calle Joan Prohens, que a finales de la semana pasada se desplomó parcialmente. Pastor firmó la orden de demolición ante la «ruina técnica» del céntrico edificio. La Policía Local ha precintado el acceso a la calle que permanece cerrada al tráfico desde hace casi una semana.
El Ajuntament ha informado que la propiedad dispone de «cinco días para proceder a derribar el inmueble» y añade: «en el caso de que la propiedad no ejecute la orden de alcaldía según el plazo establecido, el Ajuntament llevará a cabo el derribo total de la vivienda en ruinas como «responsable subsidiario y los gastos derivados de la ejecución, correrán a cargo del propietario», según fuentes próximas al departamento de Urbanismo. El Ajuntament ha anunciado una inspección a los edificios antiguos.