«La era de Serra es la del oscurantismo, del fin de la transparencia y de la falta de consenso», dijo el edil Joan Comes (IxsP) para denunciar que el alcalde Antoni Serra (PP) y su equipo de gobierno haya recortado competencias al pleno. Mientras el concejal Lluís Socies (PSOE) proseguía diciendo: «Es una atentado democrático, que cuenta con la connivencia de funcionarios y asesores del Ajuntament». Con duras declaraciones la oposición criticó este importante recorte de competencias al pleno. Así, el PP aprobó en solitario que la adjudicación de obras de más de 6 millones de euros (1.000 millones de las antiguas pesetas) pueda ser aprobada por junta de gobierno, además de las bases y la contratación de personal y la aprobación de facturas extrajudiciales. La propuesta contempla que la junta de gobierno pueda elegir también a los hijos ilustres.
El PSOE interpondrá un recurso contencioso administrativo contra este recorte, mientras que el PSM y IxsP estudian acudir a los tribunales. La oposición desacreditó a Serra diciéndole que «es débil», que «ha tenido influencias alienas a los intereses del Ajuntament, hay una mano que mece la cuna», dijo Socies. El edil Joan Fiol (PSM) calificó esta propuesta de «chapuza» e insistió en que «los reconocimientos extrajudiciales no se pueden traspasar porque así lo dice la ley». Según Fiol, este recorte se debe a que Serra se siente «acorralado por la oposición y sus regidores están acobardados.
Con tono más moderado, Joana Alomar (UM) dijo: «La oposición tiene que realizar su trabajo de fiscalizar al equipo de gobierno y ellos usan la ley en beneficio propio».