El pleno del Consell de Mallorca aprobó ayer una revisión de las tarifas del túnel de Sóller que afectarán esencialmente a los no residentes, ya que los residentes del valle que viajen en motocicleta o en turismo pagarán lo mismo que el año pasado. La subida aprobada es del tres por ciento para todas las modalidades de los no residentes. Con esta subida, las motocicletas de los no residentes pagarán 1,60 euros por utilizar el túnel; los turismos pagarán 4 euros por atravesar esta infraestructura y los vehículos pesados y especiales pagarán 6,25 euros y 7,10 euros, respectivamente. Por lo que respecta a los ciudadanos del valle, el Consell ha decidido no aplicar subidas en las tarifas de las motocicletas, que se mantienen en 0,40 euros, ni en los turismos, que pagarán un euro. Los vehículos pesados y especiales cuyos propietarios vivan en el valle de Sóller pagarán cinco céntimos más por trayecto. Para los vehículos pesados el precio pasa de 1,55 a 1,60 euros, mientras que los especiales pagarán 1,80 euros, cuando hasta ahora pagaban 1,75 euros.
La aprobación de las nuevas tarifas del túnel provocó de nuevo el perenne debate sobre la necesidad de que alguna administración pública pague el rescate de la concesión de la obra. El portavoz del PSM en el Consell, Antoni Alorda, propuso que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero incluya el rescate de la obra en el nuevo convenio de carreteras que ha ofrecido al Ejecutivo de Jaume Matas. Para Alorda, el rescate de la concesión de la obra sería posible si el Govern modificara sus prioridades en carreteras. «Para el Govern es prioritario seguir destrozando el paisaje de Mallorca, pero no hay prioridades para llegar hasta Sóller», opinó el conseller del PSM.
El responsable d'Obres Públiques de la institución insular, Antoni Pascual, aseguró que estaría «encantado» de que el Gobierno de Rodríguez Zapatero decida incluir el rescate del túnel en el nuevo convenio de carreteras que ha ofrecido al Govern balear, pero precisó que el Consell no puede asumir esta propuesta. En cualquier caso, Pascual precisó que, con las nuevas carreteras, la institución «no destroza Mallorca», sino que construye las infraestructuras que necesita la Isla «y con los pocos recursos económicos que tenemos».